¿AYUDA EL EQUIPAMIENTO COMPRESIVO A RECUPERARSE DESPUÉS DE LAS COMPETICIONES DE NATACIÓN?

Raguzzoni M., Campa F., Servadei S., Cortesi M., Gatta G., Piras A.,

Facultad de Farmacia, Biotecnología y Ciencias del Movimiento de la Universidad de Bolonia


SINOPSIS

La medicina vascular conoce y utiliza ya desde hace algún tiempo los efectos funcionales del uso de prendas compresivas graduadas. El término “graduado” indica que las prendas se diseñan para ejercer presión en áreas periféricas del cuerpo (medida en mmHg) con intensidad creciente, de manera que su fuerza se reduzca cuanto más cerca actúa del corazón. Las medias elásticas pueden servir de ejemplo: la compresión es mayor en el pie, menor en el gemelo y aún menor en el muslo. Las propiedades de la compresión se llevan ya empleado un tiempo en el deporte.

Éste artículo resume un estudio sobre el uso de las prendas compresivas para ayudar a los nadadores a recuperarse después de la competición.


EQUIPAMIENTO COMPRESIVO Y DEPORTE

La primera vez que se sabe del uso de una prenda compresiva en el deporte fue en el mundial de fútbol de 1998, cuando los jugadores del equipo de Francia llevaron medias elásticas durante todo el torneo con el objeto de mejorar el rendimiento gracias al mayor aporte de oxígeno y la eliminación más rápida de toxinas de los músculos del gemelo. El experimento fue seguido con considerable interés desde varias disciplinas deportivas. Sin embargo, también se creó en aquél momento mucha confusión sobre los efectos y el uso correcto de este tipo de prenda. La considerable cantidad de estudios realizados – en 2013 se habían publicado ya más de 500 trabajos de interés científico – no contribuye a una interpretación sencilla debido a la suma de efectos de las diversas facetas contempladas, como por ejemplo:
- el tipo de prenda (31 estudios diferentes con jerséis, pantalones ajustados, monos, manguitos, pantalones cortos, calcetines y mallas),
- el nivel de compresión (con valores aproximados entre 10-40 mmHg),
- el tipo de deporte y la duración de la actividad objeto del estudio (deportes de fuerza, de resistencia, de contacto, etc.),
- el momento en que se usa la prenda (antes/durante/después de la competición o durante el entrenamiento),
- el indicador considerado más eficaz para medir los niveles de fatiga y por consiguiente los posibles efectos.

De acuerdo con varios autores, llevar prendas compresivas durante la competición no produce mejoras de rendimiento (Doan 2003, Duffield 2008, Ali 2010). Los deportistas perciben mayor control propioceptivo y menor vibración muscular, pero no hay efectos visibles en la calidad o el nivel de rendimiento. Además, existe un debate muy vivo sobre los aspectos éticos de los posibles beneficios que aportan, especialmente en el ciclismo y el atletismo, ya que se considera que añaden una acción mecánica “no natural” al esfuerzo físico del individuo. Por lo que respecta a la duración y la intensidad del ejercicio, parece que puede resultar útil llevar estas prendas en sesiones de entrenamiento particularmente duras y prolongadas que generen una tensión significativa en el sistema muscular (Chatard, 2008). Resultan menos útiles en la fase previa a la competición, cuando su efecto se limita a mantener la temperatura corporal.
Los datos más interesantes provienen de los estudios que investigan los efectos de la ropa compresiva como ayuda al deportista en la fase de recuperación después de competir (Jakeman 2010, Born, 2013).


RECUPERACIÓN Y PRENDAS COMPRESIVAS PARA LOS NADADORES

La metodología del entrenamiento ha identificado tres tipos de recuperación de la actividad deportiva, que se clasifican de acuerdo con su duración: la primera es la recuperación inmediata, que se reconoce en las inevitables pausas para retomar acciones motrices individuales repetidas por el deportista durante el entrenamiento. Los nadadores, por la naturaleza motriz cíclica de su deporte, alternan contracciones y relajaciones musculares, que son el momento de recuperación inmediata.
La segunda es la recuperación a corto plazo, que resulta muy importante en las fases de descanso del trabajo por intervalos y compromete todos los parámetros principales de respuesta al estrés provocado por el ejercicio físico.
La tercera es la recuperación del entrenamiento, que se refiere a la acumulación del estrés no resuelto y a los efectos crónicos del entrenamiento.

Los nadadores se enfrentan al reto de recuperarse lo mejor posible de esfuerzos realizados en un escaso margen de tiempo y compaginado distintas fases de la competición. Por lo tanto el problema es de recuperación a corto plazo, que dependiendo del grado de entrenamiento del nadador, se refiere a un estado físico alterado de hasta aproximadamente 1.5-2 horas después de competir, a lo que se añaden los efectos acumulados de los distintos esfuerzos a corto plazo en los días posteriores a la primera carrera.

Las dos prácticas más frecuentes entre los nadadores son el llamado método activo de recuperación (Toubekis, 2005/2006/2008), que incluye ejercicios/estiramientos y sesiones de vuelta a la calma, y el método pasivo basado en el masaje. En la actualidad se están probando otras técnicas (Neric 2009), como la estimulación eléctrica, los baños de frío/calor y el uso de prendas compresivas. Por lo que se refiere a estas últimas, el tipo de material a emplear lo determina sobre todo lo que el mercado ofrece para el ciclismo. Sin embargo, con el tiempo resultaba inevitable el estudio de materiales específicos para la natación, centrándose en las particularidades de la actividad física en el agua, y en especial en la influencia de la gravedad, con el deportista desplazado desde la posición vertical a la horizontal. Arena Italia ha invertido dos años investigando su propio traje compresivo y el producto final ha sido testado en los laboratorios de Ciencias del Movimiento de la Universidad de Bolonia.


EL TEST

El protocolo del test consistió en monitorizar la evolución de varios indicadores de fatiga en 12 nadadores a los que se había hecho realizar una prueba de esfuerzo maximal en 400m empleando una brazada de crol. Se llevaron a cabo dos pruebas en días diferentes, una con el traje de compresión (Powerskin Recovery Compression, Arena, Macerata, Italia) y otra sin él. El objetivo era verificar si el uso del traje durante la fase de recuperación producía variaciones estadísticamente significativas (p>0.05) en los parámetros monitorizados con respecto a las condiciones de control, es decir, sin llevar el traje compresivo. El punto de referencia fue definido antes de cada prueba con el cuerpo en estado de reposo completo, monitorizado constantemente durante 15 minutos en una habitación a temperatura confortable, baja iluminación y sin ruido.

Los parámetros neurofisiológicos que se tomaron en cuenta fueron parámetros hemodinámicos (presiones, volúmenes, flujos, resistencia) y del sistema nervioso (acción simpática y parasimpática).
Después de registrados los valores de referencia los sujetos realizaron una sesión estándar de calentamiento, seguida de la prueba maximal de 400m durante la cual se midieron frecuencias de brazada y tiempos, totales y parciales. Una vez terminada la prueba los sujetos volvieron a un estado de reposo completo y fueron monitorizados durante la fase de recuperación. Como se ha apuntado más arriba, los mismos sujetos fueron sometidos a test con el mismo procedimiento dos días seguidos, uno con el traje compresivo y otro sin él. A continuación se ofrecen algunos de los parámetros más significativos.

La presión sanguínea aparece en los gráficos 1 y 2. En todos los gráficos el primer paso a la izquierda del eje de las íes es el punto de referencia. El análisis temporal muestra los cuatro periodos de recuperación estudiados después del esfuerzo: entre 20-30 min, 40-50 min, 60-70 min, and 80-90 min. Las barras azules muestran los valores medios de los parámetros registrados el día de control (sin el traje compresivo), y las barras rojas los valores del día en que los deportistas llevaban el traje de compresión graduada.

El gráfico 1 muestra los datos de presión sistólica en el eje de las equis, expresada en mmHg. Se aprecia que, aunque los sujetos parten del mismo punto de referencia, después de la prueba de natación los que no llevan el traje en el primer control (20-30 min) experimentan de media una bajada de la presión sistólica hasta aproximadamente los 90 mmHg.

presión sistólica - gráfico 1presión sistólica - gráfico 1

Después de un ejercicio físico intenso los valores de presión decrecen (ver el gráfico) para después regresar al punto de referencia en aproximadamente 80-90 minutos. El gráfico muestra que la diferencia entre los valores de presión de referencia y las fases de recuperación en la prueba de control son estadísticamente significativas en los tres primeros datos, mientras que la distancia es desestimable con el traje compresivo puesto.

El gráfico 2 muestra la tendencia de la presión diastólica.

presión diastólica - gráfico 2presión diastólica - gráfico 2

Después del ejercicio físico la presión diastólica del grupo de control baja hasta los 50 mmHg, una dinámica similar a la observada con la presión sistólica, pero con diferencias importantes respecto al punto de partida en los primeros dos pasos.

La tendencia ilustrada en los gráficos 1 y 2 muestra cómo a acción mecánica del traje ha hecho posible mantener invariable el nivel de presión con respecto a la referencia, sirviendo de apoyo al proceso homeostático de la fase de recuperación posterior al ejercicio.

El gráfico 3 muestra la evolución del parámetro NN50, que se refiere a la intervención del sistema nervioso parasimpático medida en el campo temporal de la Variabilidad de Frecuencia Cardiaca (HRV por sus siglas en inglés). La Variabilidad de Frecuencia Cardiaca se define como la variación natural en tiempo entre latidos. También se conoce como variabilidad RR, donde R es el pico del complejo QRS en una honda de electrocardiograma y RR es la distancia entre dos picos R. El parámetro NN50 indica el número de intervalos consecutivos (RR) con una diferencia mayor de 50 milisegundos. El análisis de este parámetro es un método de evaluación de mecanismos que regulan las funciones fisiológicas del cuerpo humano. El equilibrio de los sistemas simpático y parasimpático determina la capacidad y el tipo de adaptación a estímulos externos, conocida de otra forma como reacción al estrés. La adaptación, sea positiva o negativa, es una función del grado en que se alteran esos mecanismos.

evolución del parámetro NN50 - gráfico 3evolución del parámetro NN50 - gráfico 3

La tendencia se aprecia en el gráfico – en los primeros dos pasos de recuperación la diferencia con el punto de partida es significativa en ambos casos (con o sin traje), pero en el tercer paso (60-70 min después de la prueba), únicamente lo sigue siendo sin el traje compresivo. Esto quiere decir que cuando los sujetos llevan el traje vuelven al estado previo al ejercicio físico en menos tiempo que cuando no lo llevan. La acción mecánica del traje parece influir en la actividad parasimpática del corazón, llevándolo antes al estado de reposo al reducir el ritmo cardiaco (acción vagal).


CONCLUSIONES

Mejora de aproximadamente 20 minutos en el tiempo de recuperación después de competir a la máxima intensidad. Los parámetros observados revelan tendencias de recuperación a corto plazo. Los factores hemodinámicos en particular mostraron cambios apreciables en los sujetos del test, y resulta evidente la activación del sistema nervioso autónomo para ayudar al cuerpo a retomar su estado normal. En estas condiciones el traje de compresión graduada parece tener una utilidad significativa para los deportistas.

Los resultados del estudio llevados a cabo en los laboratorios de Ciencias del Movimiento de la Universidad de Bolonia muestran que llevar el traje compresivo comporta una mejora de aproximadamente 20 minutos en el tiempo de recuperación después de competir a la máxima intensidad.

BIBLIOGRAFÍA

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Chatard, JC, Atlaoui, D. et al., Elastic stockings, performance and leg pain recovery in 63-year-old sportsmen, Eur J Appl Physiol, 93(3), 347–52, 2004.

Doan BK, Kwon YH, Newton RU, et al. Evaluation of a lower body compression garment. J Sports Sci. 2003;21(8):601–610.

Duffield R, Edge J, Merrells R, et al. The effects of compression garments on intermittent exercise performance and recovery on consecutive days. Int J Sports Physiol Perform. 2008;3(4):454–468.

Jakeman JR, Byrne C, Eston RG. Lower limb compression garment improves recovery from exercise-induced muscle damage in young, active females. Eur J Appl Physiol. 2010; 109(6):1137–1144.

Toubekis A, Douda H, Tokmakidis S, Smilios I, Douda H, Kourtesis T, Tokmakidis S. Swimming performance after passive and active recovery of various durations. Int J Sports Physiol Perform 3: 375-86, 2008.

Toubekis A, Douda H, Tokmakidis S. Influence of different rest intervals during active or passive recovery on repeated sprint swimming performance. Eur J Appl Physiol.2005;93(5-6):694–700.

Toubekis A, Smilios I, Bogdanis G, Mavridis G, Tokmakidis S. Effect of different intensities of active recovery on sprint swimming performance. Appl Physiol Nutr Metab. 2006;31:709–716.

Neric FB, Beam WC, Brown LE, Wiersma LD. Comparison of swim recovery and muscle stimulation on lactate removal after sprint swimming. J Strength Cond Res 23: 2560–2567, 2009.

 

Tomado de: La Tecnica del Nuoto 2015
Editado por Aquarius Verona